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Photo : © Pierre Chambion

Bidarte, en el corazón de la costa vasca

Bidarte

En pleno corazón de la costa vasca y con una extensión de 5 kilómetros a lo largo del litoral, Bidarte tiene una ubicación ideal para descubrir el País Vasco e impregnarse de ese arte de vivir tan característico de este territorio.

Una cita en el cruce de caminos

"Bide Artean" 

Desde un punto de vista etimológico Bidarte ('Bidart' en francés) significa cruce de caminos al tratarse de la contracción de las palabras en euskera "bide" (camino) y "artean" (entre). Una denominación que define a Bidarte como una encrucijada de caminos, una localidad en la intersección de dos o más carreteras. Se podría decir también que es parte del sendero del litoral y que se encuentra justo en la desembocadura del río Uhabia, acostada sobre los acantilados de la zona. Su lema es "Bidartean zuzena onena" que en castellano significa "en las encrucijadas, el camino más recto es el mejor". Una frase que dice mucho sobre el fuerte carácter de los vecinos de esta localidad costera.

 

En Bidarte siempre hay alguien a quién visitar

Bidarte no ha escapado al desarrollo turístico ligado al atractivo del País Vasco y con el paso del tiempo se ha convertido en una pequeña ciudad con alma de pueblo. Ejemplo de ello es la plaza Sauveur Atchoarena, recientemente rehabilitada, dónde podrá sentir el latir de una localidad llena de vitalidad, naturalidad y autenticidad.

En Bidarte una gran parte de los establecimientos están regentados por familias del pueblo. Muchos de ellos son negocios transmitidos de generación en generación que buscan adaptarse a los tiempos actuales sin perder de vista sus raíces.

 

Balades à Bidart

La balade du patrimoine

La balade du Patrimoine est une boucle de 6.5km à faire à pied dans Bidart pour une durée moyenne de 2h.

Cet itinéraire dont le point de départ se situe au parking du Lavoir, permet de découvrir le centre bourg du village, ses points de vue, puis vous invite à découvrir des quartiers moins connus comme celui de la chapelle Ur Onea, les berges de l’Uhabia ou encore le quartier de Parlementia. La promenade se termine sur l'esplanade de la chapelle Sainte-Madeleine avant de retrouver le centre bourg de Bidart.

Tout au long de cet itinéraire, des plaques sont apposées sur les éléments de patrimoine afin de vous raconter l'histoire du monument et des anecdotes.

Fiche de la balade

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Photo : © Pierre Chambion

Le sentier du littoral

Il démarre à la plage d'Erretagia à Bidart et peut vous mener jusqu'à Saint-Sébastien. 54 km de sentier à proximité de l'océan qui passe par Guéthary, Saint-Jean-de-Luz, Ciboure, Hendaye...
A Bidart, le village étant bâti sur de hautes falaises, les vues panoramiques sont magnifiques. Sur le chemin, vous pourrez découvrir les criques et les plages sauvages qui font tout le charme de la côte basque. Ne manquez pas l’esplanade de la chapelle Sainte-Madeleine à Bidart.

+ d'infos

La Voie Verte

C'est un itinéraire pédestre et cyclable le long de la rivière Uhabia.
Cette promenade de 6 km commence à l’estuaire de l’Uhabia, longe ses berges, contourne le bassin de rétention d'Ur Onea et se poursuit jusqu’au moulin de Bassilour. Elle est ensuite prolongée par une piste cyclable jusqu’à la technopole Izarbel.

Plan du parcours en vente à l'office de tourisme de Bidart à 1 €. 

Blason de bidart
Agathe Marcé

La caza de la ballena se practicaba entre los equinoccios de otoño y primavera, de septiembre a marzo, periodo durante el cual las 'ballenas francas' o 'ballenas vascas' se acercaban al Golfo de Bizkaia en busca de krill y de plancton. Los arponeros salían en busca de estos gigantes desde el puerto de Uhabia a bordo de sus traineras (embarcaciones tradicionales vascas) con la ayuda de fornidos remeros. Un recorrido peligroso, ya que antes de llegar hasta los cetáceos tenían que atravesar la “barra “ de olas cercana a la desembocadura, olas que en la actualidad son muy apreciadas por los surfistas.

Una vez cazadas y muertas, las ballenas quedaban varadas en la orilla del puerto a la espera de ser despiezadas, para después fundir su grasa y obtener el preciado aceite de ballena. Un proceso que se hacía en calderas que se calentaban sobre hornos de piedra. Aún quedan restos de aquella ancestral actividad ballenera al pie de la colina de Parlamentua, en un sendero que pasa por detrás del actual puesto de socorro de la playa.

A partir del siglo XV la caza de la ballena entró en una fase decadente a causa de la cada vez menor presencia de cetáceos en la costa vasca. Así, la caza de la ballena se desplazó hacia el norte de Europa y el nordeste del Continente Americano. A pesar de todo, los vascos y los bidartarras continuaron siendo grandes cazadores de ballenas, y muchos se convirtieron en formidables marineros capaces de surcar los mares en barcos mercantes, de guerra o de exploración.

Quedan aún en el pueblo algunos vestigios que recuerdan aquel pasado tan estrechamente ligado al mar y a la pesca. La torre de avistamiento o atalaya de Koskenia en el barrio de Parlamentua al sur de Bidarte, las capillas de Saint Joseph y Sainte Madeleine al borde del acantilado, o hasta la maqueta que cuelga del techo de la iglesia son un buen botón de muestra de esa pasado ballenero.

El puerto de Bidarte, que antaño se ubicaba en la desembocadura del río Uhabia, hace tiempo que desapareció. En la actualidad ocupa su lugar la playa de Uhabia con sus bañistas y surfistas.

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Photo : © Pierre Chambion

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